La densidad de la viscoelástica en los colchones.
Una de las cosas que más dudas genera y sobre las que más
disparidad de opiniones hay a la hora de comprar un colchón viscoelástico, es
la densidad de la viscoelástica. Desde Sus Colchones intentaremos arrojar luz
sobre este asunto, basándonos en datos objetivos y no en percepciones o
intereses comerciales.
Densidad es el peso de un material por unidad de volumen.
Así, la densidad de un material se puede medir en gramos por centímetro cúbico,
kilogramos por metro cúbico, toneladas por hectómetro cúbico, libras por pie
cúbico, y de muchas otras formas. Cuanto más denso sea un material, más pesará
por unidad de volumen.
En el caso que nos ocupa de la viscoelástica, normalmente la
densidad se mide en kilogramos por metro cúbico (kg/m3). Así, por ejemplo, una
viscoelástica con una densidad de 50kg/m3 quiere decir que un metro cúbico de
dicha viscoelástica pesa 50 kilogramos, y una viscoelástica de 80kg/m3 quiere
decir que un metro cúbico de dicha viscoelástica pesa 80 kilogramos. Está claro
que cuanto más densa es la viscoelástica, más material tiene, y esto es bueno y
malo.
Antes de explicar porqué es bueno y malo que una
viscoelástica sea más densa, hay que tener muy en cuenta también, que no todas
las viscoelásticas tienen la misma calidad, independientemente de la densidad.
Es decir, se puede fabricar viscoelásticas con densidades iguales y calidades
muy distintas, que dependerá claro está de la calidad de la materia prima
empleada en su fabricación, que puede ser mejor o peor. Así pues al contrario
de lo que muchos piensan, una viscoelástica más densa no tiene por qué ser más
cara de fabricar que una menos densa si se emplean materiales de peor calidad.
Además, incluso en viscoelásticas de la misma calidad, el incremento del coste
en la fabricación de un colchón con una densidad de viscoelástica mayor es
marginal, y una vez descontados los márgenes comerciales, las fundas, la mano
de obra, los envíos y el resto de materiales, ronda del 3% al 5% en el precio final
del colchón, con lo que un colchón con una viscoelástica de densidad media con
un PVP de 400 Euros, con una densidad alta podría ser de 410-420 Euros, lo que
no justifica que se cobre hasta el doble en muchos casos. Así pues, el coste no
es un factor determinante en la elección de una densidad u otra.
Pero volvamos a la importancia verdadera de la densidad.
Decíamos que una densidad más alta o más baja tiene sus ventajas y sus
inconvenientes. La viscoelástica es una espuma de poro abierto. En un volumen
dado de viscoelástica, todo lo que no sea material, es aire. Cuanto más densa
sea la viscoelástica más pequeñas serán las celdas o poros en la espuma, lo que
implica mayor cantidad de material y menor espacio para circular el aire, y
cuanto menos densa sea la viscoelástica más grandes serán las celdas o poros,
lo que implica menor cantidad de material y más espacio para circular el aire.
Cuanto más material tenga la viscoelástica, es decir, cuanto más densa sea,
mayor durabilidad ofrecerá, y menor capacidad de ventilación tendrá. Por el
contrario, cuanto menos material tenga la viscoelástica, es decir, cuanto menos
densa sea, menor durabilidad tendrá, y mayor capacidad de ventilación ofrecerá.
Esta es la clave en la elección de la densidad. Hay que encontrar una densidad
que nos de la durabilidad suficiente, pero ofreciendo al mismo tiempo la máxima
ventilación. Según la Asociación de la Cama Española, y otras asociaciones
mundiales, un colchón hay que cambiarlo por motivos de higiene a los 10 años de
haberlo comprado. De esta forma, hay que encontrar una densidad de la
viscoelástica que permita una durabilidad al colchón de 10 años. Una densidad
menor no ofrecerá la durabilidad deseada, y una densidad mayor la incrementará
innecesariamente, sacrificando notablemente la ventilación de la viscoelástica,
haciendo el colchón más caluroso y menos higiénico, lo que implica un nivel de
confort menor y, paradójicamente, una vida útil menor debido a la menor higiene
del mismo (No hay viscoelásticas más densas que ventilen mejor que
viscoelásticas menos densas, por mucho que insistan en que son de poro abierto,
ya que todas lo son). Tras infinidad de estudios por los principales
fabricantes de espuma, fabricantes de colchones y asociaciones varias, la
densidad de la viscoelástica ideal para cumplir el objetivo de vida útil y
ventilación deseadas es de 55-60 kg/m3. Esta es la densidad empleada por la
mayoría de fabricantes, además de ser la densidad empleada en colchones
hospitalarios para pacientes con movilidad reducida, y por supuesto en nuestro
colchón viscoelástico Visco128. Menores densidades harán el colchón menos
duradero, y mayores densidades harán que el colchón ofrezca peor ventilación,
haciéndolo menos higiénico.
Por último, la densidad de la viscoelástica no influye en
absoluto en la firmeza del colchón. Mucha gente piensa que cuanto más densa sea
una espuma más firme es, y esto es totalmente falso. Se pueden hacer espumas
poco densas muy firmes, y muy densas y poco firmes. Además, en el caso de la
viscoelástica, normalmente independientemente de la densidad se suelen fabricar
con una firmeza más suave, ya que ofrece mejor adaptación, jugando con la
altura de la misma y el material de soporte para darle más o menos firmeza al
colchón.
CONCLUSIONES
- El coste no es un factor determinante en la elección de la densidad de la viscoelástica para la fabricación de un colchón. La repercusión en el precio final del colchón es mínima, con lo que no está justificada la diferencia de precios que ofrecen muchas tiendas.
- La densidad de la viscoelástica debe ofrecer un equilibrio entre durabilidad y ventilación. La densidad no tiene que ser ni muy baja ni muy alta. La densidad perfecta para la fabricación de colchones es de 55-60 kg/m3. Demostrado.
- La densidad de la viscoelástica no influye en la firmeza del colchón.